En el silencio aparente, aislando su mente de ruidos ajenos, envuelta entre capas y mantas, caliente en día de frío, asistida por la luz en la lámpara encendida, una tarde que es noche, escribe sus letras, haciendo palabras que cuadren en frase.
Es jueves. La semana pronto termina y avista el último mes.
Las calles adornadas de esas luces, distintas de años de menos.
Compiten ciudades, lugares que brillan, atraen turistas.
La fiesta ahuyenta las malas vibras.
En nuestro origen, días fríos y cortos debieron ser duros. Sobrevivieron los genes que nos trajeron a este presente.
La ley del más fuerte.
Del que resiste.
Del superviviente.
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