Ir al contenido principal

Un inicio narrativo

 El bote


Mamá murió y tuvimos que ir todos juntos a vaciar la casa. Mis hermanos mayores no me vieron cuando me metí dentro de la mochila un bote vacío que había debajo de restos de telas, lanas, hilos y botones. Pesaba. Supuse que tendría algo interesante, pero lo guardé sin mirar su interior. No quería discutir con mi hermana Lara que entraba preguntando si había encontrado algo de valor y que viendo los hilos enredados con todo lo demás me alargó una bolsa de basura.

No sé porqué lo oculté. Algo en mi interior me dijo que no debía enseñar aquel objeto.

El caso es que cada vez se me hizo más pesado cargar con la mochila. Parecía que transportara plomo.

Mi hermano Julio se dio cuenta y me dijo que me sentara que ya seguía él. Supuso que estaba afectada por los recuerdos. Soy la pequeña y era la mimada.

 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Sin pretexto de nuevo

  Nunca cerraré esa puerta. Me fui. Año nuevo, vida nueva.  Si no me hubiera ido y siguiera allí, habría caído en ese abismo a mis pies. Los límites eran externos. Debía salir. De ese amar equivocado. De ti. El tiempo pone a cada uno en su sitio. Dicen. Nos ponemos en sitio con el tiempo. Recolocamos nuestra mente reubicando hasta encajar. A veces manifiesto inquietud e incomodidad.  No encuentro mi lugar. Tampoco era ese. Ni otro. En el origen, igual no debí llegar. Mirar a ese no nacer casi me deja fría. No volvería a la vida. Me aterra que morir no sea dejar de existir en cualquier forma. Energías que comparto e intercambio, mientras esto dura, no las quiero más allá. El más acá me basta. Nunca acabará mi proyecto vital. Es un continuo renovado. Reinventarse tras los naufragios. Levantarse y quitarse de encima la sensación de fracaso. Qué más da lo que desde fuera se suponga. Nadie sabe. Nunca sabrán. Muchas de mis respuestas responden a un hábito que busca paz y tranq...

Pausas

 Puntos A mí me da por escribir a golpes. Poniendo punto allí donde se pondría la coma.  Si el corte es mayor, a otro renglón. Palabras que surgen al tiento del tacto que las alcanza.